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lunes, 14 de diciembre de 2009

Servicio al cliente en la banca ecuatoriana

Aunque joven, he tenido la oportunidad de ser cliente de 3 bancos ecuatorianos: Bolivariano, Pacífico y Produbanco, de los cuales me he llevado distintas experiencias en estos años.

Soy cliente del Banco Bolivariano hace 4 años, ahí fue donde abrí mi primera cuenta de ahorros cuando aún estudiaba el último año del colegio. Decidí confiar en esta institución debido a la gran cantidad de agencias que poseen por todo Guayaquil, además de su importante red de cajeros automáticos en toda la ciudad. Con valores agregados como la tarjeta Visa Electron y su estupenda banca electrónica (si uno se encuentra en Guayaquil, no existe una igual) el incentivo de trabajar con este banco no podía ser mejor.

Aunque sus servicios electrónicos están muy por encima de la competencia, no podría decir lo mismo de sus servicios en persona, los cuales andan de mal en peor: el trato de los cajeros y ejecutivos de servicios además de lento es cada vez más caótico. En los días previos a viajar a Bogotá, Colombia decidí no llevar efectivo en mis manos y manejarme solamente con la tarjeta Visa Electron de este banco. Para esto acudí a una agencia ubicada en el San Marino Shopping, donde el ejecutivo que me atendió me aseguró que mi tarjeta era internacional y que no debía preocuparme porque no tendría inconvenientes en usarla en cualquier parte del mundo.

¡Oh sorpresa! Ya en Bogotá, en la caja del supermercado Carrefour tuve que pasar un momento bastante incómodo ya que no pude utilizar mi tarjeta, pues esta se encontraba bloqueada para realizar transacciones en Colombia, Venezuela, Perú y Chile. ¿Cómo podía ser posible? ¡Un ejecutivo de servicios del Bolivariano me había asegurado que podía usarla tranquilamente en cualquier parte del mundo!

El calvario no terminó allí, pues llamé al banco en Ecuador, el mismo que se limitó a disculparse y entre excusas absurdas no me ofreció ninguna solución. Desde entonces, de más esta decir que utilizo lo menos posible los servicios de este banco.

En 2006, debido a que en ese entonces trabajé para una empresa del Grupo Financiero Banco del Pacífico, recibí una cuenta en este banco para que se acreditara mi sueldo de manera automática cada mes. Al ser un banco tan masivo, prefería utilizarlo lo menos posible. Luego de concluir mi trabajo para esta empresa, mi cuenta aquí estuvo prácticamente abandonada por años.

Con el reciente lanzamiento de su tarjeta MasterCard Debit, el Pacífico ha ofrecido un gran incentivo a sus clientes, otorgándoles una herramienta que verdaderamente hace sus consumos mucho más simples y seguros. Un incentivo que me hizo volver al Banco Banco.

Sin embargo, su banca electrónica podría ser mucho más útil si no fuese tan burocrática. Con esto, me refiero a lo complicado que resulta transferir fondos hacia cuentas de terceros en otros bancos o incluso hacia el mismo banco, pues se exige como prerrequisito registrar en la oficina de servicios bancarios todas las cuentas a las que deseemos hacer transferencias. ¡Incomprensible! Esto sería tan sencillo como habilitar un formulario en línea para poder ingresar esta información.

En contraste con los casos anteriores, soy cliente del Produbanco desde hace 1 año. Definitivamente otro nivel en servicios bancarios: verdadero servicio al cliente, pues tanto sus servicios electrónicos como presenciales son de notable calidad. A través de su subsidiaria Servipagos, es una institución que labora los 365 días del año, de lunes a viernes en horario extendido, mientras que durante los fines de semana y feriados es posible encontrarlos hasta las 15:00. ¡Nada mal! De hecho, al ser un banco con casa matriz en Quito, su red de oficinas y cajeros automáticos en Guayaquil se limita a sitios estratégicos.

En fin, parece que muchos bancos en Ecuador se han olvidado del retorno que ofrece un trato cálido y amable, pues salvo honrosas excepciones (una de ellas ilustrada aquí) la verdadera definición de servicio hace rato que escasea en la banca de nuestro país.

Por lo tanto, es necesario que los bancos ecuatorianos mejoren sus niveles de servicio y se enfoquen en ofrecer calidad a la par de la cantidad de servicios que ofertan a sus clientes. ¡Cuánto antes!

viernes, 4 de diciembre de 2009

Obrero Revolucionario

Muchos ecuatorianos piensan que el desarrollo y el progreso del país son una exclusiva responsabilidad de sus gobernantes. ¡Qué gran error! Nada más alejado de la realidad, pues lamentablemente dicho criterio nos ha perjudicado de manera terrible dando como resultado un país sumido en una desgracia sin final, con ingredientes como la inestabilidad política, al que debemos sumarle el nefasto “honor” de ocupar un lugar entre las naciones más corruptas de las Américas junto a países como Haití, Paraguay y Venezuela.

Corrupción e inestabilidad política que derivan en caos institucional e inseguridad jurídica: los mayores enemigos de la inversión privada, aquella que alienta el progreso de los países. ¿Las consecuencias? El desempleo, el repunte de la delincuencia, la miseria, la fuga de cerebros, la gran brecha social y lo peor: el estancamiento (o peor aún, retroceso) de un país que en pleno siglo XXI no puede avanzar con firmeza hacia un mejor futuro.

¿Pero esto que tiene que ver con nosotros, los ciudadanos? El pasado domingo encontré en
El Mayor Diario Nacional el perfil de uno de los “obreros” de más alto nivel del Gobierno de la Revolución Ciudadana: Douglas Argüello, aquella voz en off de las cadenas nacionales que hace ya casi 3 años inundan radio y televisión para difundir la propaganda gobiernista.

Me llamó la atención la poca frontalidad y transparencia con el que el aludido manejó la entrevista, primero negándose a un encuentro personal con la periodista que realizó el reportaje y al mismo tiempo exigiendo un cuestionario por correo electrónico para responder las inquietudes planteadas por este medio de comunicación.

Por una sencilla razón: la investigación realizada por este diario desata una serie de contradicciones y anomalías de parte de este caballero revolucionario. Como miembro de un gobierno que se autoproclama de “manos limpias”, no debería tener inconvenientes en aclarar este tipo de dudas.

También ha llamado mi atención revisar su hoja de vida en la que se detalla su labor profesional en distintos medios de comunicación privados que hoy forman parte de la oposición. Más tarde, ha dado el salto a la política donde asesoró a funcionarios del Gobierno de Lucio Gutiérrez, para luego trabajar en la actualidad a las órdenes de la Revolución Ciudadana donde se ha convertido en la voz oficial encargada de fustigar a sus antiguos jefes. Es decir, ha bailado con la más fea y la más guapa sacando provecho de ambas. ¡Qué lindo!

Mientras leía, recordaba a la politiquería existente en mi universidad. Es lamentable ver como muchachos menores de 25 años se entrenan con estas mismas sucias habilidades para obtener beneficios personales. Ya lo comenté en un post anterior y lo reafirmo: la falta de transparencia y de propuestas concretas, la inexistencia de una línea política y profesional definida, el festival de ofertas demagógicas, la malversación de fondos y la nula rendición de cuentas tienen en una lamentable situación a una institución con 47 años de vida.

Para nadie es un secreto que la UCSG (especialmente su Facultad de Derecho) es una fábrica de nuevos políticos, los mismos que son reclutados –o al menos tentados- por partidos políticos para postularse a cargos de elección popular. Estos mismos nuevos políticos, unos años más tarde vienen a ocupar cargos de responsabilidad en la vida nacional, en calidad de dirigentes empresariales o funcionarios públicos. ¿Qué podemos esperar de estos señores, si desde muy jóvenes se entrenaron en la metodología de la corrupción?

Estas actitudes carentes de ética profesional, sumadas a procedimientos propios de un bailarín experto son los que han convertido al Ecuador en el pobre país que es hoy actualmente. La realidad sea dicha: al país no lo hacen los políticos, lo hacemos los ciudadanos.

Es lamentable observar a estos señores quienes por distintas razones se vinculan con la política, para luego practicar y promover este círculo vicioso, condenando al país al subdesarrollo, del que difícilmente podremos salir si no abandonamos de una vez por todas y para siempre estas prácticas nefastas.

Un nuevo Ecuador es posible con una verdadera visión de país y no con actuaciones guiadas por intereses particulares. Lamentablemente eso no se entiende en nuestro país, condenándonos una vez más a continuar con esta pobre situación.

¡Una lástima por este pequeño país, maravilloso y jodido a la vez!

sábado, 24 de octubre de 2009

Ciclismo urbano en Guayaquil

Desde hace algún tiempo he querido postear un artículo sobre una actividad que vengo realizando hace algunos meses. Sinceramente, no sé por que no lo he hecho. ¡Que descuido!

Desde abril, asisto con regularidad a los paseos organizados por el Club de Ciclismo Ecuador Aventura.

Ellos organizan paseos en bicicleta los domingos por la mañana en Guayaquil, alternando recorridos. A veces hacia el Malecón, Pascuales o bien travesías cruzando la ciudad de norte a sur y viceversa, entre otras tantas.

También realizan excursiones fuera de la ciudad hacia Playas, Isidro Ayora o la famosa ruta Baños - Puyo.

Proximamente estaré publicando posts sobre mis paseos. Por ahora les dejo un par de posts de compañeros que también son parte de esta agrupación y algunas fotos para que puedan apreciar lo interesante de la misma.

"Desafío 50K - Guayaquil de punta a punta" de Diana Patiño

"Listo para el gran cambio" de Luis Vélez

Galería de Ecuador Aventura en Picasa

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Fuga de cerebros en el Socialismo del siglo XXI

A inicios de agosto la prestigiosa revista Newsweek publicó un extenso reportaje sobre la situación actual de muchos profesionales en Venezuela, haciendo especial hincapié en los jóvenes recién egresados de la universidad (una situación que para mí esta cada vez más cerca) donde se resalta la masiva fuga de cerebros producto de los 10 años de autoritarismo del presidente Chávez en ese hermano país. El artículo puede ser encontrado en su versión original en inglés o en su traducción al español.

Mientras leía, me iba sintiendo cada vez más identificado con la realidad venezolana, la misma que poco a poco estamos empezando a vivir aquí en el Ecuador: una oposición cada vez más debilitada y un oficialismo sumamente acaparador, amo y señor absoluto de cuantos poderes y recursos se encuentren al paso. Es decir, un Estado expropiador de vidas, sueños, proyectos y por encima de todo, del sudor con el que nuestros hermanos venezolanos construyeron una sociedad dinámica y vibrante que se nutrió de las inmensas olas de inmigrantes provenientes de toda Europa, llegados luego de la II Guerra Mundial.

Un estado perverso, el cual incluso se ha convertido en el mayor empleador del país. Es decir, ¿Aquí en Ecuador nos estamos educando para ser burócratas?, ¿Ese es el gran futuro profesional que nos espera? Solo imaginarlo me produce terribles pesadillas sobre el futuro de nuestro país.

En el Ecuador, un burócrata es aquel individuo que trabaja para alguna institución del Estado, en la mayoría de los casos, no por sus méritos académicos o profesionales, sino por sus contactos. Algún compadre tiene una posición de privilegio en el gobierno de turno y haciendo uso de sus influencias, logra ubicar al aplicante en cualquier institución pública. Así, de pronto, esta persona pasa a ser parte de la enorme masa de trabajadores asalariados del Estado, los que gozan de una bien ganada (y probada) fama de trabajar poco y cobrar mucho.

¿Ese es el gran estímulo que tiene la Revolución Ciudadana para nosotros los jóvenes profesionales? En otras palabras, ¿De esa forma piensa la Revolución Ciudadana aprovechar nuestro talento para construir la Patria Grande y Solidaria? No cabe duda, ¡Grande y Solidaria será la nomina de trabajadores que el Presupuesto General del Estado tendrá que asalariar mes a mes!

Amo a mi país, pero ese es un futuro que no quiero para mí. Voy a la universidad aspirando en convertirme en un empresario capaz de generar bienestar, empleo y al mismo tiempo, para aprovechar la globalización y que de esta forma, en otros rincones del mundo puedan disfrutar de mis productos o servicios. Esa es la meta de mi vida y aunque parezca enorme, no es para nada algo que me haga sentir amilanado, más bien me estimula y me exige ser más para servir mejor.

Desde luego, está claro que para lograrlo necesito una serie de incentivos y estímulos, apertura comercial, sólidas instituciones, estabilidad, firme combate a la corrupción pero también libertad para emprender y expresarme. Entonces, la pregunta es ¿La Revolución Ciudadana me ofrecerá todo eso? Dios quiera que por el bien del país, así sea. Sin embargo, si nos apegamos a los hechos y a la cruda realidad, pareciera que no será de esta manera.

En un entorno así, los recién egresados nos veremos en la necesidad de buscar otros rumbos lejos de casa. Dejar el país es una idea muy dolorosa por que implica abandonar familia, amigos, recuerdos y una vida entera construida en un país maravilloso, único en el mundo. No quiero ser dramático, pero me da la sensación de que el paraíso donde vivimos, de pronto podría convertirse en un infierno de manos de la Revolución Ciudadana.

Mientras tanto, nuestros vecinos Colombia y Perú, son países que en la última década han concentrado esfuerzos por atraer inversiones e insertarse en la globalización. Para ello han reforzado su institucionalidad, combatido al terrorismo y promovido políticas de Estado que propicien la generación de empleo, conscientes de que este es el motor del desarrollo.

Tuve la oportunidad de visitar Colombia en marzo del 2008. Previo a realizar este viaje, tuve que enfrentarme a los temores de familiares y amigos, quienes consideraban que este sería un viaje de alto riesgo. ¡Cuánto se equivocaron!

Me encontré con un país cultural y racialmente muy parecido al Ecuador, donde al igual que en nuestro país, la mayor parte de su población se encuentra asentada sobre la cordillera andina. Solo descubrí una pequeña gran diferencia: Colombia vive actualmente una impresionante expansión económica, probablemente la más grande de su historia, alcanzando niveles record de crecimiento del PIB y de inversión extranjera directa, la misma que desde el 2002 (mismo año en el que Presidente Uribe llegó al poder) creció durante años consecutivos. ¿Su mayor atractivo? Su gente cálida y trabajadora, además de su posición geográfica privilegiada con salidas al Pacífico y al Caribe.

Aún no he tenido la suerte de visitar Perú, aunque espero hacerlo muy pronto. Muchos amigos que ya estuvieron por allá me cuentan brevemente del progreso que se respira en muchos rincones de ese país, impulsado una vez más por la inversión extranjera directa. Pese a que los niveles de IED no son los mismos que en Colombia, el Gobierno Peruano ha firmado Tratados de Libre Comercio con países asiáticos y norteamericanos, lo que seguramente traerá grandes beneficios a largo plazo.

Mientras nuestros vecinos abren su economía al mundo, nuestro Gobierno se encarga de espantar la inversión y de a poco, comienza a convertirnos en una economía totalmente dependiente del Estado, el mismo que depende de los precios internacionales de commodities como el petróleo. ¡Igual que en Venezuela!

Entonces llegará el momento en que lamentablemente muchos de nosotros nos veremos obligados a dejar nuestro pequeño paraíso llamado Ecuador e ir a ganarnos la vida en algún otro rincón del mundo. Una lástima por el país, que seguirá desangrándose.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Adolescencia, globalización, fútbol

Me acuerdo cuando estaba en el colegio, me parece que en cuarto curso y con un buen amigo también apasionado al fútbol nos dedicamos a analizar los partidos de la Libertadores y de la Champions League. Era el año 2003 y como buenos barcelonistas, nos ilusionábamos también con el equipo que había armado Leonardo Bohrer para pelear el título con Nacional, Emelec y Liga de Quito.

Al observar tanto fútbol internacional a diario, ambos descubrimos que compartíamos una curiosa y extraña afición por imitar a los relatores de cadenas de TV como ESPN y Fox Sports. Imitábamos a Mariano Closs, Luis Omar Tapia, Sebastián Vignolo, entre otros. “Ya comienzan 90 minutos del deportes más hermoso del mundo”, “Goool de Bocaaaa, Guiiiiisheeeermoooo la hizaaaaa”, “Esto no tiene nombre, dan Niembraaaa”, “Harry Potter y el toque para el Ángel de Madrid” y tantas otras frases que imitábamos. Jajajajajaja, que tiempos aquellos.

Hace unos días, recordando aquellos tiempos nos reíamos y al mismo tiempo admitíamos que aún observamos con detalle el relato de estos personajes. Ya no los imitamos, pero seguimos admirando su calidad para transmitir la emoción del fútbol.

¿Por qué lo menciono? Bueno, en el 2003 no había YouTube, la globalización no nos había devorado tanto como hoy y no teníamos la posibilidad de escuchar a otros relatores de distintos rincones de América Latina. No conocíamos a los de Televisa, Caracol o CDF, por citar algunos. No habíamos observado el talento de un Claudio Palma, Enrique Bermúdez o Javier Fernández. No sabíamos ni que existían.

No conocíamos el “Sambombazoooo”, ni la melodía del Gol Caracol para celebrar los goles de la selección Colombia, ni lo entretenido que podía ser el fútbol chileno en la voz de Palma.

¡Cuánta diversión nos perdimos! Jajajajajaja

Aquí les dejo algunos relatos.





martes, 15 de septiembre de 2009

Universidad Católica de Santiago de Guayaquil

Estando a poco tiempo de egresar, quiero permitirme hacer unas reflexiones sobre la universidad donde estudio. Durante mucho tiempo me las guardé, pero considero que es el momento justo para compartirlas.

Encontrándome en el último año del colegio y casi convencido de seguir la carrera de periodismo deportivo en Argentina, finalmente descubrí la vocación de mi vida. El emprendimiento fue algo que siempre estuvo innato en mi. Siempre fui considerado por mi familia y amigos como un emprendedor, pero fui yo el último en descubrir esa vocación.

Seducido por la publicidad y al mismo tiempo entusiasmado por la prima de un buen amigo de aquel entonces, comencé a indagar sobre la carrera de Emprendedores en la UCSG. Desde el primer momento me fascinó. Así de sencillo. Amor a primera vista, dirían algunos.

Eran los primeros meses del año 2006 y comencé con el reto de seguir una carrera universitaria, sin saber donde me iba a meter. El período entre 2006 y 2007 fue bastante bueno, cosechando éxitos académicos, buenas amistades y sintiéndome cada vez mas identificado con la causa emprendedora. Sin embargo, conforme mi formación y criterio se iban fortaleciendo, empezaba a descubrir al monstruo al que le había entregado mi formación profesional.

Un monstruo lleno de corrupción, burocracia y nepotismo al cual le importaba más un fajo de billetes que mi futuro profesional. Un monstruo que buscaba silenciar cualquier inquietud o requirimiento con el látigo de la ineficiencia administrativa. Hoy, sencillamente me arrepiento de haberle confiado a una institución como esta mi carrera universitaria.

Lo único que puedo hacer en estas circunstancias es hacerle saber al mundo lo que yo viví y lo que a partir del 2008 la opinión pública ecuatoriana comenzó a descubrir.

Comencemos por partes. En primer lugar, en la UCSG la libertad de expresión es inexistente. No existen espacios para el diálogo ni para un debate serio y frontal, mucho menos para la concertación, palabra que de por sí ya suena a utopía. Ni hablar de la sucia y burda politiquería que es promovida por sus "líderes" estudiantiles, los cuales mas bien parecen los cabecillas de una pandilla de borrachos. Sí, borrachos.

Borrachos que para lograr votos ofrecen trago, piscina, mujeres fáciles y diversión. ¿Cómo es posible? Yo ingresé a la universidad para recibir formación académica, espiritual y para afianzar mi compromiso de servir a la sociedad.

Semejante cloaca tenía que reventar en algún momento y aquello finalmente ocurrió el 16 de agosto del 2008, cuando el Presidente Rafael Correa incitó enfrentamientos entre estudiantes opositores a su proyecto constitucional e infiltrados de Alianza PAIS y el Partido Comunista del Ecuador, con frases como “Ustedes son 400 y ellos 50, díganle a esos majaderos que aprendan a ser democráticos”, que condujeron a una gresca sin precedentes en la historia de la universidad y a su vez, la pusieron en el ojo de la opinión pública ecuatoriana.

Sin embargo, eso no es lo más grave. Lo grave, fue descubrir que Rafael Correa llegó a la universidad invitado por el Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Eduardo Sánchez Peralta, quien luego fue recompensado con la candidatura nacional suplente a la Asamblea Nacional por Alianza PAIS, curul que finalmente logró. Al mismo tiempo, Sánchez promovía abiertamente entre los estudiantes el apoyo al proyecto constitucional de Correa, utilizando de manera muy sutil la imagen de la Federación de Estudiantes con el eslogan AVANCEMOS
SIEMPRE… SÍ ES POSIBLE!

Hoy es posible visitar la sede de la FEUCG y ver colgado el diploma donde el Consejo Nacional Electoral le otorga a Sánchez la calidad de Asambleísta. Como si fuera un tesoro, el cuadro más lindo de su casa o su premio por alinearse con el dictador. Con total frescura e impunidad, a lo que yo me pregunto... ¿Acaso nos cree estúpidos?

La cereza que adornó el postre de un año para el olvido y para la verguenza, ocurrió el 4 de diciembre del 2008, durante una exposición artística en la Galería Mirador de la UCSG. El entonces Director de la Comisión de Tránsito del Guayas, Ricardo Antón, increpó al artista Betto Villacís por la exhibición de su obra Carvux Corax, en la que se mostraba a un buitre con cuerpo humano vestido con el uniforme de la institución. ¡Escándalo en una universidad!

¿Grave? No tanto como la censura de la obra, con el apoyo del Rector encargado Mauro Toscanini Segale.

No tan grave como el poco fomento a la investigación que he visto en estos 4 años, al menos en mi facultad. No tan grave como la insultante ineptitud y el servicio que nos ofrecen muchos de los empleados de la universidad. No tan grave como el tener una estación de la Metrovía a medio construir e inaugurada en medio de sacos de cemento y ladrillos, el mismo día que comenzó a circular la Troncal Bastión Popular. ¡No tan grave como la mediocridad que respiramos!

Esa es la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.

Acerca de este blog

Andando por Guayaquil es un blog escrito por Gustavo Izurieta, un joven guayaquileño de 23 años, egresado de la carrera de Emprendimiento y Desarrollo de Negocios en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG). En diciembre de 2010, finalizó estudios en el Programa de Gobernabilidad y Gerencia Política de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil en conjunto con la George Washington University. Ver el perfil de Gustavo Izurieta en LinkedIn

Se describe a sí mismo como emprendedor, barcelonista, liberal y un apasionado por su país. Esa misma pasión lo ha llevado a crear este espacio, desde donde comparte anécdotas urbanas y demás contenidos relacionados con política, fútbol, turismo y negocios.

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