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viernes, 12 de febrero de 2010

Patada cívica

El día de ayer tuve la oportunidad de asistir a esa gran fiesta democrática (o patada cívica, como prefieran llamarle) que celebramos los guayaquileños, quienes hace varias semanas fuimos convocados por nuestro alcalde Jaime Nebot con el motivo de alzar nuestra protesta contra la injusta repartición presupuestaria desde el Gobierno Central.

No voy a negar que detesto las aglomeraciones y que me había resistido anteriormente a asistir a una de estas marchas, sin embargo esta fue por demás una ocasión especial: no tanto por el tema de las rentas que tanto se reclama desde la alcaldía, sino como un verdadero rechazo al ambiente de autoritarismo que se vive hoy en día en el país. Al menos, ese era el espíritu de la mayoría de los presentes en esta multitudinaria marcha.

Viví esta fiesta desde muy temprano, casi desde las 13.45 cuando un nutrido grupo de estudiantes de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG) nos dirigimos desde el predio universitario hasta la Plaza Rodolfo Baquerizo Moreno, para avivar a los transeúntes a unirse a la marcha. Desde allí, emprendimos camino a pie hacia el Parque Centenario.

Una vez en el parque, opté por separarme del grupo y decidí aventurarme (créanme, el termino calza perfectamente) hacia la multitud que se situaba al pie de la tarima desde donde el bigotón pronunciaba su discurso. Usé un truco aparentemente sencillo, me dirigí hacia el Malecón por la calle Vélez y al llegar a la Plaza San Francisco corté camino por la vereda del Registro Civil (aquí sufrí múltiples empujones) hasta llegar a los bajos de la oficina de Iberia, en plena esquina de Malecón y 9 de Octubre. Pidiendo permiso, entre idas y vueltas, mezclándome entre los presentes, llegué a ubicarme prácticamente diagonal al alcalde y pude escuchar en directo, desde muy cerca su notable discurso: verdaderamente inspirador, como bien reflexionó una compañera de aula horas después del evento.

Una fiesta que se vivió sin violencia, ordenadamente y con un impresionante espíritu cívico que se podía respirar en las calles. La Metrovía funcionó de manera gratuita antes y después de la marcha, así que a eso de las 17.20 pude abordar un articulado en la estación de la Biblioteca Municipal y dirigirme a mi universidad sin ningún problema. ¿Hace 20 años esto hubiera sido posible? Definitivamente no, lo cual me hizo sentir orgulloso de vivir activamente mi ciudad. Un dato interesante, pues me atrevería a afirmar que los nacidos en la década del 70 no pudieron disfrutar (sí, disfrutar) de Guayaquil tanto como mi generación.

Entre tantas banderas, pancartas y camisetas, me llamaron mucho la atención el cartel contra Chávez, el sánduche gigante, el pulpo centralista, la cacerola vacía y el burro pintado de verde con el número 35. Ah, y también un cartel recordándole al dictador Rafael Correa el triste final de Eloy Alfaro: ojalá no se llegue a tanto.

La lucha recién comienza… ¡VIVA GUAYAQUIL!

PD: Revisen las excelentes galerías fotográficas preparadas por El Comercio y Hoy sobre el evento.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciertamente la movilizaciones son una expresión del sentir de la comunidad, es muy emocionante saber que cientos de personas mas comparten tu sentimiento de disgusto, de inconformidad. Al menos sabemos que no estamos solos, el resto tambien se da cuenta que algo esta seriamente mal con nuestra forma de gobierno. Solo nos queda mantenernos alerta y resistir

Anónimo dijo...

ciertamente guayaquil es minoria, la revolucion ciudadana es MAYORIA!... SI EN SERIO UD. SE ENORGULLECE DE LAS FIESTAS DEMOCRATICAS DEBERIA SENTIRSE ORGULLOSO DE QUE NUESTRA REVOLUCION HAYA TRIUNFADO POR TRES VECES CONSECUTIVAS Y CON ABRUMADORA MAYORIA...INSISTO MAYORIA!!!!... no soy comunista ni socialista, simplemente me sobra el sentido comun, por supuesto nebot ha hecho muchas cosas, pero por pocos, la revolucion ciudadna ha hecho mucho por muchos, seria bueno que se alejen un poco de su burbuja llamada guayaquil y recorran la patria seguramente van a encontrar los logros de la revolucion ciudadana, me despido con la enorme esperanza de que como democraticos que uds. son, acepten que la revolucion ciudadana esta en marcha y esta con la mayoria!!!

Gustavo Izurieta dijo...

La mayoría de ecuatorianos, debo recordarte, son personas sin una adecuada preparación académica y de escasos recursos: esta ha sido la plataforma electoral de la Revolución Ciudadana. Este régimen (así como sus aliados) se ha empeñado en hacerle creer a sus seguidores que la democracia es el triunfo de la mayoría. En realidad, la democracia es mucho más que eso. También es fundamental la separación de poderes, algo que ha desaparecido en el Ecuador.

La Revolución Ciudadana es una copia al carbón de la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez. En 1999, la mayoría de los venezolanos lo eligió con la esperanza de lograr una sociedad más justa… Me temo que 11 años más tarde, ya conocemos los resultados. Te recomiendo empaparte lo más que puedas de la realidad actual venezolana y te detengas a observar las enormes similitudes con el proceso ecuatoriano.

Así mismo, te invito a revisar la prensa y las investigaciones independientes a nivel internacional para que puedas constatar como nos ven en el resto del mundo, de la mano de esta supuesta revolución.

Saludos.

Anónimo dijo...

pero por favor!!!!señor izurieta, definitivamente ud. demuestra lo que es un guasyaquileño...segregacionista! , con su comentario ahonda la diferencia social!!! o sea que los que elegimos a Correa somos oligofrenicos?? ese comentario es de un universitario? Dios!!!!!!!, por favor señor izurieta no se deje llevar por lo que diga su "papi" salga de su burbuja de rosas, conozca el ecuador salga de guayaquil, y si no le gusta venezuela pues simplemente no vaya a venezuela!! pero yo tengo la culpa de comentar blogs de mediocres clasistas elitistas... espero que la revolucion ciudadana triunfe sobre las personas que piensan como ud. QUE VERGUENZA AJENA!!!!!!!!!

Gustavo Izurieta dijo...

No toleraré sus descalificaciones hacia mi persona: este no es el debate que necesitamos para construir un mejor país.

Me ratifico en mi criterio, pues lamentablemente, quienes viven en la pobreza y la miseria, por su condición no pueden ver más allá del inmediatismo y el cortoplacismo. Esto solo se logra erradicar a través de la educación, lo cual sería un punto interesante de debate... Lamento que usted no desee continuarlo.

Creo firmemente en el modelo de desarrollo guayaquileño, por ser ampliamente exitoso en el contexto latinoamericano. Quien no ha vivido la transformación de Guayaquil en los últimos 20 años, difícilmente podrá comprender este hecho. Falta mucho, es cierto, pero de eso se trata. Un espacio como este es propicio para construir ese debate.

Para concluir, debo manifestarle que mi guayaquileñidad es para mi un motivo de ORGULLO, no de verguenza como usted manifiesta.

Saludos

Anónimo dijo...

" este no es el debate que necesitamos para construir un mejor país." jajaja y "no somos pendejos carajo" "¡este presidente tiene jodido al pais y a guayaquil!" (fuente: Nebot), ese si es el debate que este país requiere? debo reconocer que hay exceso en mis palabras y por lo que le pido disculpas por los comentarios ofensivos personales, yo se que no lo voy a convencer de lo contrario ud. es seguidor de Nebot, ud. cree en que aplastando y eliminado a los pobres y brutos se compone el país, asi es su pensamiento, pero solo lo invito a que recorra la patria, conozca las carreteras del oriente, visite los pueblos campesinos de la Sierra, untese de pueblo que ud es ecuatoriano, dese una vuelta por el hospital guayaquil y vea que aunque las cosas no son perfectas al menos en algo se ha mejorado, en pocas palabras obtenga sentido de critica, primero conozca los aciertos de esat revolucion ciudadana para qeu pueda valorar con clardiad sus errores...

Anónimo dijo...

Defienden la injusticia social... cuando dejen entrar al club de la unión a un indígena o un afroecuatoriano y le permitan ser socio del club ... sin mediar racismo rancios propios de estos infames fachistas de la ciudad de guayaquil... hablamos... por lo pronto.. hay una bola de personas que no se dan cuenta que la injusticia escondida en la supuesta "libertad" ... es una mentira... sigan participando... que ya el pueblo se dio cuenta de su perverso, infame e injusta jugarreta...!!!

Gustavo Izurieta dijo...

El conservadurismo con el que convivimos en el Ecuador (y en Guayaquil, especialmente) es uno de los pilares fundamentales de la verdadera pobreza moral, económica y política de este país.

Una filosofía que nos ha dejado como herencia hipocresía, doble moral y falta de autenticidad. Así mismo, se ha encargado de institucionalizar cuestiones como la obsecuencia y personalismo (relacionadas con el compadrazgo y paternalismo) que tanto daño le han hecho al país.

Eso sí, caer del conservadurismo al socialismo sería terminar en lo mismo. Lamentablemente, en este país la polarización es tan grande que de una cloaca caemos en otra.

Creo que es fundamental defender principios y valores, no personas. El progreso de Guayaquil en las últimas 2 décadas ha sido notable... sin embargo, ese proceso no ha estado exento de errores. Entonces, el debate debería radicar en ello, sin desmerecer los aspectos positivos del proceso.

La alternativa que promulgamos desde este espacio ante la oleada de conservadurismo y socialismo es el liberalismo, algo que desde este espacio es interpretado como simple y sencillamente... ser uno mismo!

Saludos

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